Anet J.
Cuando llegué al Seminario noté que el Señor empezó a transformarme de una manera extraordinaria, actualmente siento que el amor del Dios arde en mi corazón
Cuando llegué al Seminario noté que el Señor empezó a transformarme de una manera extraordinaria, actualmente siento que el amor del Dios arde en mi corazón
Al principio tuve un gran temor por alejarme de mi familia, de mi casa y de la rutina que seguí durante toda mi vida, yo estaba consciente de que separarme totalmente de todo eso durante 4 meses sería un reto para mí. Lo sorprendente fue, que desde el momento en que entré a mi habitación y conocí a mis compañeras todo ese temor desapareció y me sentí como en casa, me recibieron con mucho amor y con los brazos abiertos.
Permítanme contarles que me siento tan bendecida y agradecida con el Señor por haberme traído hasta aquí, pues ha sido el ideal para formar mi carácter al mismo tiempo que me permite conocerle más a través del estudio y de los tiempos de adoración, ya sea en lo íntimo o en comunidad.
Por medio de las clases de formación de carácter, he aprendido y descubierto cosas que me están ayudando, aunque lo mas difícil han sido ponerlos en practica en mi vida, pero gracias a Dios que Él me ha dado la fuerza de seguir adelante.
Estos días he aprendido mucho sobre el servicio a Dios y el servicio a las personas, me doy cuenta que pocas veces lo había puesto en práctica, pero me siento contento porque aquí en el seminario he despertado a una nueva manera de ver las cosas.
Todos los maestros son de gran bendición no solo en el aspecto educativo, sino también en lo espiritual. Ha sido de gran bendición el estar aquí conviviendo con jóvenes que tienen el mismo anhelo y creencias que yo. Me ha servido el estar aquí, ya que El Señor está formando mi carácter y está obrando en mi vida de una manera asombrosa.
“estas cosas se han escrito para que creas que Jesús es el Hijo de Dios, y creyendo tengas en su nombre”. Al leer esa declaración, Dios toma mi vida y la transforma de tal modo que esta manera de vivir, recibe una revolución de 180 grados.
Me siento contento de poder estar preparándome y así darme cuenta del propósito que Dios tiene para mi vida, realmente es una bendición ser un seminarista, que tomó la decisión juntamente con mi pastor al venir al BootCamp
Estoy muy agradecido con Dios porque me permitió llegar al Seminario Todas las Naciones para cambiar mis malos hábitos y para prepararme para servirle a él y a su amada Iglesia. Me siento muy agradecido por todo lo que Dios ha hecho y está haciendo en mi vida.
Una de las grandes cosas que me inspiro a querer ser parte del programa del STN Bootcamp fue que quería servir de una mejor manera, quiero que mi servicio a Dios sea excelente