Hector Enrique

Queridos donadores desde el fondo de mi corazón estoy agradecido con todos ustedes, por el trabajo que hacen para que nosotros los seminaristas, gracias a sus donaciones los seminaristas podamos estar en un lugar muy bueno con instalaciones muy agradables. Ustedes nos enseñan a cómo debemos ser con todas las personas, y debemos ser generosas, amar, aunque no los conozcamos y a dar lo mejor. Muchas gracias a los donadores que Dios les siga bendiciendo en sus trabajos, familias y ministerios. Atentamente su hermano en Cristo Héctor.